jueves, 17 de marzo de 2016

San Patricio, el santo de la calle Arroyo


Por Quique Figueroa

Cada vez que transitamos el 17 de marzo, la imagen se repite inexorablemente.
Nos referimos a la tragedia que vivimos en Argentina, en aquella fecha, cuando corría el año 1992, y explotaba la Embajada de Israel en pleno centro de Buenos Aires, tronchando vidas y estrenando un escenario del terrorismo internacional, en esta región del cono sur.

 A las 14:45 hs.de aquel martes, una pickup Ford F 100, cargada de explosivos, se incrustó contra el frente de la Embajada de Israel. ..
El saldo (parcial) fueron 29 muertos, 242 heridos y una herida que no logra cerrar.
Porque la Corte Suprema de Justicia argentina no logró elevar la causa a juicio, habiendo pasado casi un cuarto de siglo.
Porque fué el primero de una serie de atentados, y siguió uno peor, tan sólo 853 días, y a 2900 metros de allí, la irracionalidad, con un modus operandi patéticamente similar, tronchó 80 vidas, hiriendo a otras 300, y nos dejó boquiabiertos a varios millones, urbe et orbi.

 La nómina completa de las víctimas fatales, incide a varios empleados de la embajada, pero refleja a no menos de cinco plomeros, tres peatones, un cura, un taxista, y tres mujeres mayores que vivían en un hogar de ancianos.

Así como la guerra, es el triunfo de la irracionalidad, los atentados son algo mas inexplicable aún.
Sin embargo, no encuentro un adjetivo calificativo para esta renuencia a lograr administrar justicia (?), frente a cuestiones mayúsculas en nuestro país.

Hubo un detalle salvador, para la vecina delegación a la embajada israelí, fueron los irlandeses.
Allí, no hubo víctimas, pese a estar a metros de la explosión: la fiesta de San Patricio, es un feriado no laborable en Irlanda …

 En la esquina de Suipacha y Arroyo, desde el año 2000 está la Plaza de la Memoria.
Un lugar minimalista, con una placa, que evoca a los fallecidos, y dos líneas de árboles de tilo.
Un rincón de Buenos Aires bello y triste. Ideal para pasar, detenerse, pedir que la herida cierre, y no olvidarlo.

miércoles, 16 de marzo de 2016

¡Santo Presente!

El martes 15 de marzo, el Papa Francisco presidió el Consistorio Ordinario Público para las Canonizaciones de varios beatos. 
El 4 de septiembre venidero, será canonizada Teresa de Calcuta, y el 16 de octubre, el cura Brochero será santo. 
Además de ser una santa noticia, el anuncio podría ser tomado como un presente cumpleañero para José Gabriel del Rosario Brochero, cura gaucho cordobés, nacido el 16 de marzo de 1840. 
En 1866 se ordenó sacerdote. Una década mas tarde, cuando se desató una virulenta epidemia, donde Brochero se destacó por su compromiso con los enfermos y moribundos durante el brote de cólera. 

A fines de 1869, fue trasladado a Traslasierra, valle que contaba con 10 mil habitantes, construyó iglesias, levantó escuelas y capillas, abrió caminos entre las montañas, e impulsó a los pobladores a transitar estas rutas para viajar a otras ciudades, y participar de los Retiros Ignacianos, práctica a la que invitó a gran parte de la población, a lo largo de su vida.
Por eso, edificó la «Casa de Ejercicios Espirituales de Traslasierra», que inauguró en 1877, para evitar el complejo traslado hasta la ciudad de Córdoba. 


 "Alrededor de su figura se adensó su fama abrojada con ingenuas salidas conversadoras y con sus continuos pedidos para lograr algo más para los habitantes de su curato. Así era complaciente de escribir a su ex-condiscípulo el doctor Miguel Juárez Celman solicitándole alguna obra benéfica para su pueblo y exclamando entre confianzudo y serio para ganar el ánimo de su interlocutor epistolar: «... Haz una gauchada, caramba...».  Bien sabía la condición liberal del gobernante, cuestión que espantaba a gran parte del clero cordobés, pero nuestro cura gaucho carecía de miopía en su alma, así lograba lo que él deseaba para su pueblo, consiguiendo que hasta el propio mandatario, en 1883, experimentara en carne propia las incomodidades de un viaje a estas regiones, para que pudiera palpar con sus propias manos las miserias, para que pudiera ver con sus propios ojos lo que era necesario hacer".
Así nos lo hace saber el conocido historiador cordobés Efraín Bischoff.


Organizó a los pobladores de aquella apartada región, construyendo con los vecinos el camino de las altas cumbres, uniendo el Valle de Traslasierra con la ciudad de Córdoba. Sus gestiones posibilitaron la apertura de caminos, acequias, diques, una estafeta postal y un telégrafo. 

En un artículo periodístico de 1887, una publicación cordobesa afirmaba "Brochero es un hombre de carne y huesos: dice misa, confiesa, ayuda a bien morir, bautiza, consagra la unión matrimonial, etc. Y sin embargo es una excepción: practica el Evangelio. ¿Falta un carpintero? Es carpintero. ¿Falta un peón? Es un peón. Se arremanga la sotana en donde quiera, toma la pala o la azada y abre un camino público en 15 días, ayudado por sus feligreses. ¿Falta todo? ¡Pues él es todo! y lo hace todo con la sonrisa en los labios y la satisfacción en el alma, para mayor gloria de Dios y beneficio de los hombres, y todo sale bien hecho porque es hecho a conciencia. Y no ha hecho solamente caminos públicos: Ha hecho también una buena Iglesia. Ha hecho, además, un gran colegio... ¡y todo sin subsidio de la provincia, sin erogación por parte de los miembros de la localidad! ¡Lo ha hecho todo con sus propias garras! ¿Milagro? No. La cosa es muy sencilla. Es cuestión de honradez y voluntad. En otros términos: es cuestión de haber tomado el apostolado en serio, como lo ha tomado el cura Brochero"

Austero, duro y sufrido, ahí andaba Brochero, con una mula o a caballo. Siempre fue imparable.
Si debía asistir a un enfermo y el río estaba crecido, se las ingeniaba para cruzarlo. 
No dudaba en invitar a todos a los Ejercicios Espirituales Ignacianos, principalmente a las personas poco queridas. Prueba de esto, el mismo iba a buscarlos. 
Fue el caso del «Gaucho Seco», a quien llevó junto a otros seres de dudosa reputación a la Casa de Ejercicios, de donde salieron cual mansos corderos.
Lo mismo intentó hacer con el temible Santos Guayama, que asolaba el valle, quien al conocerlo en el monte le prometió ir con trescientos hombres. Pero no pudo ser, porque antes Guayama fue capturado y fusilado. Esa fue una de sus dos grandes frustraciones, la otra fue no lograr que el ferrocarril llegara a la zona.

Según el obispo de Cruz del Eje y titular de la Causa de los Santos del Episcopado argentino, monseñor Santiago Olivera, "Brochero se adelantó a los tiempos y supo pensar la realidad, porque la promoción humana y la evangelización que proponemos hoy no estaban tan claras en su tiempo».

Celebramos a nuestro cura gaucho. Hoy beato, mañana santo.
Estamos a 176 años de su nacimiento, y sigue dando que hablar.
A Dios gracias.

sábado, 12 de marzo de 2016

Un largo caminar

Estamos cerca de concluir el tercer año del pontificado del Papa Francisco. Es bueno repasar parte del mismo, para no quedarnos anclados en aquel miércoles 13 de marzo que conmovió al mundo entero. La novedad, es que el nuevo pontífice, sigue dando pasos firmes en su andar, y brinda numerosos signos de un pontificado, que interpela a toda la humanidad. Ante todo, aquel signo de pedir la bendición a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, y anunciarse como Obispo de Roma, fue un preludio de comunión, para caminar juntos, pueblo y obispo. Uno de sus primeros aportes, fue la encíclica Lumen Fidei, Luz de la Fe, publicada el 29 de junio de 2013: -“Es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. Y es que la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre .. “ Luego iniciaría el primer viaje apostólico, visitando Lampedusa, el 8 de julio. Tres días después, emitiría su primer Motu Proprio, carta apostólica, acerca de la Jurisdicción de los órganos judiciales del Vaticano en materia penal, comenzando así una intensa reforma de la Curia. Cerraría el mes de julio, con la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Río de Janeiro, dando inicio a los viajes apostólicos internacionales (I). Fueron ocho días intensos, plenos de encuentros memorables: - “Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG! Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después le arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan hacer”. Llegaría el turno de visitar Cagliari y Asís. La Carta Apostólica con la Aprobación del Nuevo Estatuto de la Autoridad de Información Financiera, de noviembre de 2013, dio muestras del incesante trabajo para sanear las finanzas. El 24 de noviembre, el Papa Francisco nos daría una alegría derivada de su Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium. Recordandonos la dulce y confortadora alegría de evangelizar: “El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla (P.9)”. En 2014, el Santo Padre viajó a Tierra Santa (I)1, Campo Basso, Caserta, Corea (I), Repiduglia, Albania (I), al Parlamento Europeo (I) y Turquía (I). En medio de este peregrinar, otro evento destacable fue la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrado durante octubre en Roma. Allí, 253 representantes del orbe, reflexionaron sobre los Desafíos Pastorales de la Familia en el contexto de la Evangelización. Fue un momento para debatir sobre diversos problemas que atañen a nuestras familias, y una muestra cabal sobre el estilo de este pontificado, marcado por la colegialidad y la sinodalidad. Características que requieren de un trabajo fraterno. El año 2015 comenzó con el 13° Viaje Apostólico a Sri Lanka y Filipinas (I). Fueron momentos inolvidables, donde ni la copiosa lluvia, pudo detener el anuncio de la Buena Nueva. Seguirían Pompeya y Nápoles. En mayo fue el anuncio de la esperada encíclica Laudato si', sobre el cuidado de nuestra madre tierra, un (P.13) “desafío urgente de proteger nuestra casa común, que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. .. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”. Más que un documento ecológico, es un llamamiento, dirigido a cada persona que habita este planeta (P.3). Seguirían los viajes a Bosnia Herzegovina (I), Turín, Ecuador, Bolivia y Paraguay (I). Allí, Francisco, hizo una emotiva y justa descripción de las mujeres paraguayas, como las mas gloriosas de América. Su misa de campo en Ñú Guazú, y su intercambio con los jóvenes, aún permanecen intactos en la memoria de muchas personas, como un momento irrepetible. Cerraría el mes de septiembre con la visita a Cuba, Estados Unidos y la OEA. Allí, unió países que estaban divididos, y desde la diplomacia vaticana, urdió una estrategia internacional, para acercar las partes. En octubre, tuvo lugar la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, cuyo tema de debate fue la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo. Seguirían viajes a Prato y Florencia, y el arribo al África, visitando Kenia, Uganda y la Rep.CentroAfricana(I), anteponiendo el acercamiento con las personas, antes que su propia seguridad, recordando los atentados que se estaban viviendo en varios países del contiente africano. Allí hizo la apertura simbólica del Año Jubilar de la Misericordia, donde nos invitó a “abrir los ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad ..que juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar ..las obras de misericordia corporales y espirituales. Serán un modo para despertar nuestra conciencia” Inició 2016, visitando al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Cuba, para luego dirigirse a México, y recorrerlo extensa e intensamente. Hasta aquí un mero recorte de la amplísima obra de un pastor, que nos seguirá interpelando y animando. Un curita que ya tenía reservada su habitación en un hogar para sacerdotes retirados en el barrio de Flores que lo vio nacer, al regreso del Cónclave. Pero el destino y un Santo Espíritu, quisieron que este jesuita porteño nos sorprendiera. Por su capacidad de escribir desde los márgenes, de salirse del protocolo, de hablarnos individualmente a todos, de ser coherente, de ser osado, de darnos material a todos, con sus incesantes y diarias homilías, sus discursos y sus gestos. Por su ofrecimiento constante de la llama de la fe, gesto que espera una respuesta o un acercamiento, que siempre es voluntario, jamás impuesto. Estamos transitando este viaje: el Obispo, junto a su Pueblo. Tal como nos lo adelantara aquel miércoles 13 de marzo, tres años ha, Francisco continua invitandonos a transitar un camino de fraternidad, amor y confianza entre nosotros.

miércoles, 6 de enero de 2016