Y Dios respondió...

La noche del 10 de marzo de 2009 fue una de las más difíciles de mi vida al no saber si mi recién nacida hija Analía iba a salir adelante de la dificultad respiratoria con la que había nacido; el pronóstico era incierto; recuerdo que era tan insoportable todo que tuve que recurrir a pastillas para conciliar el sueño; recuerdo que no hice otra cosa que rogar a Dios en todo momento y pedir por la salud de Analía, y en ese momento no me interesaba otra cosa que eso.

Analía a la semana salió adelante y se recuperó muy bien al tratamiento recibido por el excelente equipo de neonatología de la Clínica Santa Isabel; pero lamentablemente en mi caso como casi todos los seres humanos muchas veces me olvido de ese mal momento y me quejo de Dios por las dificultades de la vida; sin embargo Dios prefiere la honestidad a la falsedad.

En estos días estamos organizando el Simjat Bat de Analía (salvo que sea imposible por la epidemia de gripe A H1N1), esto es una ceremonia en que se bendice a las niñas y se les da un nombre hebreo (si fuera un niño sería el Brit Milah); respecto a esto pensaba que lo más cercano en hebreo a Analía era "Janah" (Ana) y "Lea" (Lía); sin embargo investigando encuentro que "Analí" en hebreo significa "respondió" mientras que "Iah" es una de las formas de llamar al Creador (Aleluyah quiere decir "alaben a Iah"); por lo que sin necesidad de hacer muchos cambios Analía sería en hebreo "Analiah" ó "Analiiah" que quiere decir "Dios Respondió", en un sitio norteamericano encontré que la traducción en hebreo es "Merciful" (misedicordioso, clemente, compasivo), idea que encuandra perfectamente.

Sin dudas después de todo lo acontecido en marzo la opción "Dios Respondió" es mucho más acertada que la de los dos nombres.