miércoles, 8 de agosto de 2007

Afianzando el diálogo


¡Salud Gentiles!
Interesante noticia para compartir. De esas que no suelen difundirse por los medios de comunicación.
De allí la necesidad de acrecentar este espacio de diálogo, tal como es "Ecumenicum".
En este caso, el contenido dió [literalmente] la vuelta al mundo, ya que hizo Buenos Aires - Pekín - Córdoba - Trelew - Ecumenicum.
Gracias a Marta y Cristina González, portadoras del mensaje.


Castelgandolfo, Italia, 25 al 29 de junio de 2007
Segundo Simposio Judeo-Cristiano:
En el marco del Movimiento de los Focolares, una delegación de judíos y cristianos de diversos países del mundo nos reunimos en el Centro Internacional de los Focolares, en Castelgandolfo.
Fuimos convocados religiosos y laicos de Israel, USA, Bélgica, Argentina, Uruguay, México, Italia, Rusia, Francia, bajo el lema "Ser una bendición, uno para el otro y para el mundo ".
Fueron cuatro días de intensidades y verdades.
El verdadero diálogo, nos dejaba en su mensaje Chiara Lubich- fundadora del Movimiento de los Focolares- sucede cuando uno abre enteramente su corazón y su verdad.
El padre Norbert Hoffman, Secretario de la Comisión de Relaciones con el Judaísmo en el Vaticano, que preside el Cardenal Kasper, expuso los avances y los obstáculos del diálogo judeo cristiano.
El Embajador argentino ante la Santa Sede , Carlos Custer visitó el Simposio dejándonos un afectuoso mensaje.
El día miércoles 27 de junio participamos de la Audiencia Papal.
Tuve el privilegio de representar a los participantes del Simposio, en el saludo al Papa, habiendo sido la primera mujer Rabina que tuvo ese honor.
Me llevo de este encuentro muchos aprendizajes y emociones.
El diálogo entre religiones nos exige desarrollar una pedagogía de la escucha.
Darse el tiempo necesario para entender al otro y asegurarnos de que éste haya tenido suficientes elementos para entendernos a nosotros.
No pretender ser aceptados sino ser escuchados y comprendidos.
Dos mil años de odios y prejuicios nos han separado y han causado, en nombre de la fe, las peores atrocidades.
El diálogo supone sincerarnos hacia fuera y hacia dentro.
Tenemos que sanar los vínculos dentro de nuestras propias casas al mismo tiempo que abrimos la puerta para salir de nuestro límite hacia el mundo del otro.

El maestro Marshall Meyer decía: " Yo creo que cada persona en el mundo, en un momento u otro, posa su fe y su confianza en otro individuo, y que sólo una selecta minoría es capaz de aceptar las consecuencias de tamaño compromiso".
Aceptar el compromiso es formular una promesa con el prójimo de caminar cada uno su camino, sin dejar de compartir el horizonte. Aceptar el compromiso es comprometer el rumbo en la comprensión del otro que es en definitiva la compresión de uno mismo, que es el mejor modo de hacerle lugar a la bendición de Dios.

Rabina Silvina Chemen
Comunidad Bet El

No hay comentarios: