El ofrecimiento de la UNLP de la píldora del día después, trajo aparejados dardos arteros que dividen a la población. Basta acceder a la versión digital de La Nación, donde se registraron 370 comentarios a la nota, en tan solo un día.
El obispo auxiliar de La Plata sentenció:
"Es legal pero no es moral. No todo lo jurídicamente establecido es bueno. Este programa va en contra de un principio que no negociamos, que es el respeto a la vida. La píldora del día después es abortiva. No podemos admitir esta intervención que promueve la promiscuidad".
Estas posiciones dicotómicas, lejos de aclarar el panorama, en cuestiones tan sensibles, a la vez que complejas, alejan las partes. exigen un tratamiento mas fraterno. Hay pastores, que tienen alma de domadores. Lo riesgoso, es cuando extienden látigos y espuelas a su grey, para que a su vez, esta salga a repetir/condenar personas y medidas.
Esto nos retrotrae a historias poco felices del pasado, donde pensar distinto era condenable. El libre albedrío es una condición inherente al ser humano.
Demosnos [por favor] la oportunidad de elegir, en lugar de condenar al distinto, y exigir de antemano posturas idénticas a las propias.
Esto, no favorece la construcción de un consenso, y es un amargo rictus de nuestra argentinidad.
La distribución de la píldora anticonceptiva, será gratuita a pedido de las interesadas. Pero se reglamenta claramente el proceso de acompañamiento [Artículo 2 del Anexo a la Ley Nº 25 673] que
"constará de actividades de información, orientación sobre métodos y elementos anticonceptivos y la entrega de éstos, así como el monitoreo y la evaluación ..la ejecución de las actividades deberá realizarse con un enfoque preventivo y de riesgo, a fin de disminuir las complicaciones que alteren el bienestar de los destinatarios del Programa, en coordinación con otras acciones de salud orientadas a tutelar a sus beneficiarios y familias. Las acciones deberán ser ejecutadas desde una visión tanto individual como comunitaria.. " Sergio Provenzano habla en esta otra nota [publicada en Encrucijadas], los ppios.rectores que desembocaron en la sanción de la citada Ley, publicada en el Boletín Oficial el 26 de mayo de 2003, y señala:
"El trabajo revela que el número de mamás prematuras trepó de 13.3% en 1980 al 15.4% en 1999, último año del que se dispone de datos completos; es decir 105.546 niños cuyas madres tienen entre 9 y 19 años. Existen desigualdades estadísticamente significativas en las diferentes regiones del país. Basta tener en cuenta que en la Capital Federal sólo el 6,4% de los recién nacidos son de madres menores de edad; y el 86,4% usa algún método anticonceptivo gracias al mejor acceso a la información y a la educación, cosa que no sucede en otros ámbitos de la República".
Ergo, transcurrieron cincuenta y un meses, desde la puesta en vigencia de la Ley. ¿En pocos días borraremos lo que se discutió en la cámara de los representantes durante tanto tiempo?
Creo, hay una oportunidad interesante, la de ofrecer actividades de formación para trabajar en la prevención, o en el acompañamiento y monitoreo.
Propongo hacerlo en forma conjunta con los organismos públicos. No veo otra salida.
Viene a mi mente el malogrado Congreso Pedagógico, donde cobró mayor protagonismo la rivalidad entre posturas distintas, tornandolas irreconciliables, y desperdiciando una oportunidad de crecimiento única.
Hay una serie de problemas que son solo la punta del iceberg, y hoy se están avizorando. Negarlos es esconder la cabeza bajo la tierra.
No nos quedemos en la crítica estéril, construyamos.
jueves, 30 de agosto de 2007
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1 comentario:
Es un tema difícil, mi pensamiento es el de no renunciar a los principios pero adecuarse al mundo donde vivimos.
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