Quería contar dos experiencias que me pasaron en estos días de intenso calor; en uno de ellos deseaba que se nublara y lloviera porque no aguantaba más las altas temperaturas; al escuchar la radio escucho: "la temperatura estará alta durante el día, pero con la llegada de la noche 'las condiciones del tiempo irán desmejorando con precipitaciones y descenso de la temperatura'... ; lo que me quedó en mente fue lo de "desmejorando", ¿Que mejor que baje la temperatura en este verano insoportable con falta de agua, electricidad, etc.?, parecería que por convención el tiempo sólo mejora con el cielo despejado por más que tengamos una temperatura de 45º a la sombra; con esto pienso que muchas veces es común "pronosticar" en nuestras vidas "desmejoras" por ciertos cambios, cuando a veces pasa todo lo contrario.
Otra experiencia que tuve fue ayer, otra jornada de calor intenso e insoportable, estaba la ciudad de Buenos Aires cubierta de nubes y empezaron a aparecer rayos y relámpagos; sin embargo en el noticiero "avisaban" que no había que hacerse ilusiones que no iba a llover, daban algunas explicaciones técnicas; sin embargo a poco de escuchar esto se produjo una copiosa y gratificante lluvia con un viento frío del sector sur que trajo el esperado alivio.
¿Cuántas veces en la vida no llenan de pesimismo?; es común escuchar que se vienen tiempos difíciles, que no "nos hagamos ilusiones" y todo tipo de cosas, que muchas veces nos impiden ver las oportunidades; un ejemplo de todo esto es el pasaje del Génesis donde Agar encuentra el pozo de agua que siempre existió.
Lo ideal es tener un buen equilibrio entre el pesimismo y el optimismo; un exceso del primero nos lleva a no intentar nada nuevo en la vida y no hacer nada que tenga algo de riesgo; mucho optimismo nos generaría derroche; no saber como reaccionar ante un cambio desfavorable y por sobre todo no estar preparado para diferentes circunstancias de la vida.
jueves, 3 de enero de 2008
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