miércoles, 25 de julio de 2007

No poder y no desear

Acaba de pasar el 9 de Av (en hebreo Tisha be Av), el día más triste del año para el pueblo judío, en esta fecha se recuerdan momentos calamitosos, como la destrucción del primer y segundo Templo de Jerusalem, la caída de Betar, la expulsión de España, de Inglaterra, la caída de Jerusalem, el día que se dictaminó la nefasta "solución final" de los nazis, entre otras cosas, también podemos citar el atentado a la AMIA, que ocurrió un 10 de Av, sin embargo de haber ocurrido el 9 por haber sido domingo y un día en el que prácticamente no funcionan administraciones comunitarias se hubiese atenuado el efecto criminal deseado por lo terroristas.
La diferencia entre el 9 de Av y otros días especiales, es que es un día netamente triste, en el que no se puede pensar en otra cosa que en todas las calamidades pasadas por este pueblo a lo largo de los años.
En Shabat está prohibido viajar pero no desearlo, cómo el sábado es un día para el regocijo del espíritu si pensar en un viaje a realizar en otro momento genera satisfacción espiritual no sólo que no tiene nada de malo sino que todo lo contario; en el 9 de Av eso no puede suceder, es un día de duelo, de recogimiento, de profunda tristeza.
Hoy en día se discute mucho si tiene sentido seguir conmemorando el 9 de Av después de la creación del Estado de Israel, personalmente creo que no tiene sentido alguno este planteo, por un lado porque se recuerdan calamidades que fueron mucho más graves que la falta de independencia política; por otra parte cuando existía el templo Jerusalem era más bien una capital espiritual, algo así como hoy en día lo es el Vaticano para los católicos ó La Meca para los musulmanes.
Está en nuestras manos con nuestras acciones recuperar ese lugar en el espíritu tan especial.

No hay comentarios: