martes, 23 de junio de 2009

Neda: símbolo de la inacción

En estos días muchos vimos estupefactos el video de la muerte de esta joven iraní que cometió el "pecado" de pedir más libertad y más democracia en Irán, ante las generalizadas sospechas de fraude en los comicios electorales.
Muchas filosofías dicen que la inacción ante el mal es peor que una acción de este tipo; y pienso que que esto se está convirtiendo en una vergüenza mundial.
El mundo aguanta que este peronaje que gobierna Irán amenace con hacer desaparecer un país; que niegue el Holocausto (no tendría sentido la entrada anterior sobre Ana Frank...), que lance epítetos racistas en una conferencia contra el racismo; ahora también hace la vista gorda ante la matanza a pacíficos manifestantes.
Pareciera que es muy fácil condenar a un país, como algunos africanos, donde el PBI anual no alcanza a un cuarto de la utilidad de una empresa privada de un país desarrollado; pero es difícil hacerlo con "países rentables", el mundo calló en 1.989 en la matanza en la plaza de Tiananmen en Beijing (no era cuestión de perder importantes negocios multimillonarios con la República Popular China); calló en muchas oportunidades y ahora lo hace con la realidad iraní; no vaya a ser que no se pueda comprarle más petróleo o caviar; o que no se le pueda vender uranio...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Holocausto es también usar el alimento como agrocombustible. El mundo calla sobre esto también. No se que responsabilidad tienen en esto los paises proveedores de petróleo, la política internacional y la globalización especulativa, financiera. El Papa ya lo ha dicho "ecología humana". La noosfera está en vias de extinción Menos mal que creo en el hombre, "la excelsa criatura de Dios". La respuesta sigue siendo la misma de siempre: "la humanidad está en las manos amorosas de Dios", recemos pues. Ceci