Ayer, Domingo de Ramos, leyóse la Pasión como el evangelio dominical.
Es una celebración un tanto particular, como el ser argento, un día lo aclaman [a Jesús], para entregarlo al toquecito nomás y crucificarlo.
Cosas que pasan en nuestro ispa. Estaba en medio de esa misa, que suele ser laaaarga, cuando en medio de la lectura escucho:
- "Elí, Elí, lamá sabaktaní".
Es el grito desesperado que Jesús dirige a su Padre, desde la cruz, Señor, Señor, por-qué me has abandonado?
Es la frase que da lugar a una vuelta de tuerca que tanto propuso Chiara desde el movimiento de los focolares.
Ella se fué el día viernes, pero ya el domingo en todas las misas resonaba esta frase, con mas fuerza y con un sentido distinto, el de ver en cada situación de injusticia o dolor un Jesús abandonado, y tratar de no hacernos los sotas. Esa es la unidad que nos legó Chiara Lubich.
lunes, 17 de marzo de 2008
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