viernes, 16 de mayo de 2008

Cuentos chinos

Creo haber compartido alguna de las experiencias junto al Chino Burset, que hacen del trayecto Trw-Rw y su inversa, una caja de pandora. Hoy regresabamos, contentos, con cara de viernes. Agarramos la ruta 7, como solemos hacer, y a la altura del club Germinal, el conductor oriental hace una maniobra donde nos tiramos a la banquina, frenamos y nos dispusimos a retroceder unos 72 metros. Yo miraba [pa'lante], y lógicamente entendía poco y nada [as usual], mientras el vehículo iba pa'trás.
En eso, el tipo clava las guampas. Veo una pareja de unos criollos mayores, vestidos con ropa e' campo que iban pa' Trelew. Los levantamos e iniciamos otro viaje, pleno de preguntas y respuestas.
El criollo en cuestión era oriundo de Co.Puntudo, un paraje cercano al Mirasol. Ambos iban al velorio de una sobrina.
De todos modos, el viaje no se vió teñido de esta triste situación, sino de donde y cómo vivían, como habían criado a sus hijos. Cada tanto la señora agregaba un "por Dios, Jesús, la Virgen, y Ceferino Namuncurá".
Iban hacia la terminal para hablar por teléfono y de allí dirigirse al velorio, pero el Chino, facilitó el batifono para acortar el trámite.
Don Berra, se puso a buscar el fono de su hermana pa' llamarla, anotado en un papelito inhallable, y su compañera, ni lerda ni perezosa, lo comparó con Minguito Tinguitella.
Era así! Finalmente habló con su hermana y averiguó el lugar del velorio.

El Chino tiene algo mas fuerte que él, entonces, los llevó hasta la sala velatoria, pero: no había nadie, ya que arrancaría a las 17 hs.!

Como no podía ser de otro modo, se dispuso a llevarlos hacia la casa de la hermana en cuestión.

No conforme con dejarlos en destino, la dueña de casa, pensó que la Kangoo con firuletes del Chino era un auto de alquiler, y lo confundió con un remisero, quizá por su camisa y corbata.

La parte del viaje que yo me perdí, por bajar en el medio, fueron algunas anécdotas del matrimonio, recordando su primer encuentro con un semáforo, que los sorprendió terriblemente. Pero el galardón se lo llevó el hermano de Don Berra, quien al toparse con un tren, exclamó:
- "Este creció tanto, porque nunca lo cortaron desde chiquitito" ...

Sin embargo, estas pequeñas alegrías, provienen de dejar que la gente se encuentre, y con costumbres sanas como la de levantar gente que hace dedo, cuando las circunstancias son favorables.

Queda claro el mote de Chino, no?

1 comentario:

Fernando Terreno dijo...

Quique:
Muy lindo el relato.
Me hizo acordar a este "cuento" sureño aribuido a algún vasco santacruceño.
Dejó el patrón al vasco a cargo del rebaño, con la indicación expresa de que lo único que tenía que hacer era cuidarlas ovejas del paso SEMANAL del tren.
Se descuidó el hombre o se olvidó, la cosa es que cuando se dió cuenta de que el tren se venía, era tarde y el convoy atropelló y mató como 20 ovejas.
Cuando le contó al patrón este se mostró indignado. Entonces, para suavizar un poco la cosa, el Iñaki va y le dice:-Tuvimos suerte patrón, que el desgraciado vino de frente, que si llega a pasar de costado, nos mata todas...!
Saludos
Fernndo Terreno