jueves, 8 de mayo de 2008

Iom Hatzmaut, un estado joven de una nación vieja

Una de las festividades judías de estos días es Iom Hatzmaut, como siempre digo el hebreo no se puede traducir sino adaptar, dar un idea; podríamos decir que es "Día de la Independencia", pero según un rabino marroquí es más que eso, es la "escencia".
En este fiesta se celebra el aniversario de la independencia del Estado de Israel, en 1948 estos territorios formaban parte del "Mandato Británico de Palestina", el plan inicial de Naciones Unidas era dividir la zona comprendida entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo en dos estados un estado judío y otro árabe; lamentablemente los vecinos árabes no estuvieron de acuerdo con la existencia de Israel lo que provocó uno de los conflictos que aún perdura, creo que no viene al caso hablar sobre ello ni manifestar posiciones.
Iom Hatzamut es una fecha un poco comprometida, no es festejada por todos los judíos, hay que tener en cuenta que no todo judío es sionista ni todo sionista es judío (muchos cristianos apoyan al Estado de Israel sosteniendo que el dominio judío sobre Jerusalem asegura la llegada de Cristo), existen muchos sectores principalmente ortodoxos que no convalidan la creación del Estado, que eso no puede acontecer antes de la llegada del Mesías; personalmente creo que no tiene que ver el moderno estado con aquel de la época del Templo que además de ser un estado político también lo era espiritual similar a lo que hoy en día es el vaticano.
A pesar de toda la artillería de los medios que a diario vemos contra Israel; fue un ejemplo para la humanidad de como una nación que en 2.000 años fue expulsada, masacrada, perseguida y que tuvo su momento más horrible en toda su historia en el exterminio masivo generado por la Alemania Nazi; pudo crear un desarrollado país, con algunos índices socioeconómicos que lo colocan entre los mejores, eso sin gozar de un solo día de paz en los 60 años de existencia.
A pesar de ser un estado judío, hay una amplia libertad de cultos; y tanto el presidente como el primer ministro no necesitan ser judíos, tampoco la religión forma parte del documento de identidad.
Más allá que cada vez que se hable de Israel enseguida se hable del conflicto, es un ejemplo a seguir de nunca renunciar a los sueños más allá de lo terrible que sea el momento que estamos viviendo.

Jag Hatzmaut Sameaj

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