lunes, 10 de noviembre de 2008

Oración del Poverello

Comparto oración que me llegara a través de Wences Rosso Picot, quien afirma:

"es bellísima, y orándola, esto es, rumiándola en lo más interior de cada uno, precisamente en el corazón, donde uno, desnudo, sin nada que ofrecer se encuentra con el Todopoderoso o más bien el Todoamoroso, es comprometedora. Sí, invita al compromiso de un trueque sumamente ventajoso: cambiar nuestro corazón lleno de nada por el corazón rebosante de todo del Padre. Un poco parodiando al "Poverello":

Padre, tú lo eres todo

 "Señor, tú lo eres todo

 y yo no soy nada.

 Tú eres el Creador de todas las cosas,

 tú el que conservas todo el universo,

 y yo no soy nada."

(San Francisco de Asís)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Quién eres Tu, dulcísimo Señor y Dios mío?
¿Y quién soy yo, gusanillo, tu servidor?
¡Cómo quisiera amarte Señor mío dulcísimo
¡Cómo quisiera amarte, dulcísimo Señor y Dios mío!. Amén.
"mi" San Francisco de Asís:)
Ceci.