La Asamblea reunida en Roma, proclamó hoy a Maria Voce [Emmaus] y Giancarlo Falletti [capozona de Roma] como presidenta y co-presidente del Movimiento de los Focolares.
Es una gran novedad.
Celebramosla y deseamos lo mejor para este fructífero período que ya estamos transitando.
De Giancarlo, podemos vaticinar velocidad.
Abrazó el periodismo y escribió durante varios años [de 1977 en adelante] en el Corriere della Sera, siendo uno de sus temas preferidos: el automovilismo, y el motociclismo.
Un verdadero itálico, y presumo fana de Ferrari.
Particularmente me encantó, saber que hay un focolarino que escribe sobre temas aparentemente intrascendentes, como pueden parecer los deportivos.
Para muestra basta un botón, comparto un reportaje interesantísimo, que data de octubre de 2001:
Zanardi: "El accidente fue duro, pero fui afortunado"
Por Giancarlo Falletti"Soy Alessandro Zanardi, ¿quién habla?" Así, de manera totalmente inesperada, sentimos en el teléfono la voz fuerte y segura de Alessandro Zanardi, el piloto boloñés que el 15 del mes último, en el circuito de Lausitzring, Alemania, perdió las piernas en un terrible accidente a 320 kilómetros por hora, al salir del box en el que había entrado estando en la primera posición y a unas pocas vueltas del final de la primera competición europea de la categoría norteamericana CART, en la que fue campeón en dos oportunidades.
Para obtener noticias de él buscábamos a su mujer, Daniela, pero desde el teléfono de su habitación del hospital de Berlín respondió directamente el piloto. Zanardi arranca diciendo: "¿Cómo estás?" , y confunde así, un poco, a la otra parte, que conoce el drama que está viviendo el piloto al que el impacto con el auto de Alex Tagliani le amputó brutalmente los miembros inferiores por arriba de la rodilla. "Estaba tratando de llamar a casa y apareció en la línea, me alegra escucharloÉ"
-¿Cómo andan las cosas?
- Todo va de lo mejor. Estoy contento de estar en esta estructura, que es lo mejor que se podía esperar dada mi condición. Me estoy curando muy bien. Estoy satisfecho con el tratamiento y aguardo el futuro con serenidad.
-¿Cómo vive su nueva situación?
-Con gran serenidad. Estoy consciente de mi nueva situación, pero estoy sereno porque espero dejar pronto el hospital y volver a casa. Deseo comenzar a pensar en la recuperación para poder caminar con nuevos miembros artificiales. Estoy muy sereno y quiero recuperarme, vivir bien.
Seguramente la nueva situación requiere un comportamiento diferente, pero es necesario afrontar las dificultades y tomar ciertas posturas positivas y ver a otros que han sido golpeados por accidentes similares: recordemos que en Imola el francés Streiff, que quedó paralizado con la Ligier en Río de Janeiro, preguntó a su mujer cuándo podría manejar la silla de ruedas como lo hacía Frank Williams, tetrapléjico.
"Es necesario vivir la propia situación y enfrentarla del modo justo. Ahora mi vida es ésta, y estoy feliz de tener a mi familia a mi lado", comentó Zanardi.
-¿Cuándo volverá a su casa?
-Es una pregunta que yo también me la hago continuamente, pero no sé si mis deseos coinciden con el de los médicos, que repito, son muy buenos. Me gustaría retornar en un par de semanasÉ Pero si los tiempos son más largos, es lo mismo. Lo importante es estar en vías de recuperación.
-¿Tuvo muchos contactos con el mundo del automovilismo después del accidente?
-Muchísimos, pero sólo tengo dos orejas y una boca y no he logrado hablar con todos. Aprovecho la ocasión para agradecer a quien no he logrado contactar directamente.
-¿En este período continuó interesándose por las carreras?
-Miré por televisión las pruebas de Indianápolis (el Gran Premio de Estados Unidos, de Fórmula 1), un circuito del que conservo muchos recuerdos. No comprendí mucho porque el comentario era en alemán. Pero vi a muchos amigos.
-Sobre los autos del equipo BAR hay una inscripción con buenos deseos para usted.
-No la vi, pero fueron muy gentiles. Villeneuve es un amigo. A Indianápolis la quiero mucho, es muy lindo lo que he vivido en esa pista.
-Frank Williams le dijo a su mujer que quiere venir a visitarlo cuando vuelva de los Estados Unidos.
-Es todo muy lindo. Me gustan las numerosas demostraciones de solidaridad, aún cuando todavía me canso como para manejar todo. Perdón, pero la batería del celular se está acabando.
La batería se descargó y así Zanardi vuelve a las férreas reglas del hospital de Berlín, que prohíben el uso de celulares dentro de las paredes, por respeto a los pacientes y al instrumental tecnológico.
Es ya mucho haber escuchado en buenas condiciones psicológicas a un piloto tan duramente golpeado por la suerte. Alex Zanardi nos dijo también a propósito: "El accidente fue duro, pero fui afortunado: pocos centímetros de diferencia y la situación podría ser muy distinta. Está bien así".
(*) Perdiodista del Corriere della Sera, de Italia
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