Comparto artículo publicado en La Nación el viernes p.pdo. (febrero 6 de 2009).
El mismo despertó gran interés en los lectores (215 comentarios y 322 respuestas). Estas cifras hablan de una atención desmedida, cercana al paroxismo. Pero el tema ha sido puesto en la palestra, un poco por la carencia de noticias propias de un febrero, y otro tanto por la pelota que dejaran servida en el área chica, presta a convertirse en un gol al alcance de la patada de cualquier patadura.
Respeto terriblemente a la corresponsal de marras, pero (creo) se suma al océano de notas que hacen leña de un árbol caído (el caso Williamson), y desconocen el gran laburo que hacen otros sectores, que intentan capear el temporal que ocasionó este infeliz hecho.
José Ignacio López destaca hoy (Honrar a Klenicki, ahondar el diálogo, en La Nación),la figura del rabino León Klenicki, que será recordado en una celebración presidida por Bergoglio en la Catedral, esta tarde a las 19 hs.
Sólo saldremos del berenjenal mirando pa' todos los costados, y no eternizándonos en mirar hacia atrás. Cara y ceca de la moneda ...
Elisabetta Piqué
Corresponsal en Roma
ROMA.? Pese a la tormenta que se desató en los últimos días sobre el Vaticano y a la retractación pública que antayer le exigió el Papa al obispo negacionista Richard Williamson, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán definió ayer las declaraciones del prelado británico como una "tontería".
En una entrevista con La Nacion, en su residencia romana ?acordada para hablar sobre el caso de Eluana Englaro, la mujer italiana en coma irreversible (ver aparte)?, el purpurado y virtual ministro de Salud del gabinete de Benedicto XVI dijo que había que "redimensionar" los hechos. Relativizó el escándalo y aseguró que las "malas" opiniones del obispo ultratradicionalista, que fueron "desenterradas" por los medios con "mala leche" [sic], eran una "tontería", ningún pecado grave.
Como es sabido, en una entrevista con la televisión sueca difundida el 21 de enero, el mismo día de la firma del decreto con el que Benedicto XVI levantó la excomunión a los obispos ordenados sin autorización por el ultratradicionalista Marcel Lefebvre (fundador de la Fraternidad San Pío X) en 1988, Williamson puso en duda el Holocausto. Dijo que las cámaras de gas de los campos de concentración nazi funcionaban para desinfectar a los prisioneros, y que sólo entre 200.000 y 300.000 judíos fueron asesinados.
En contraste con el comunicado difundido anteayer por la Secretaría de Estado de la Santa Sede, el cardenal Barragán aseguró, además, que los cuatro obispos lefebvristas rehabilitados por el Papa firmaron antes un documento en el que reconocieron las enseñanzas del Concilio Vaticano II y otros puntos en discusión.
-¿Qué opina de la famosa excomunión de los lefebvristas?
-Es un tema muy espinoso. Yo tengo conocidos, no de segunda, sino de primerísima mano, que dicen que este obispo Williamson expresó esa opinión siguiendo una teoría inglesa que dice eso que dijo Williamson hace un año, en algo que quedó archivado, por decirlo así. Ahora, el papa Benedicto XVI ha hecho lo posible para que no haya un cisma. Entonces, cuatro obispos pertenecientes a esta asociación que se llama Pío X firmaron lo que era necesario firmar: el reconocimiento del Concilio Vaticano II y del rito de la misa, porque ellos solamente querían la misa del rito tridentino o el de Juan XXIII, que después la reformó un poquito, y decían que la misa como la celebramos ahora era herética, que el papa no era el papa, que los papas se habían acabado con Pío XII y todas esas cosas. Entonces, estos obispos reconocieron que todas estas posiciones estaban mal.
-¿Y eso ya lo firmaron?
-Sí, ellos firmaron y fueron reconocidos de nuevo como obispos y el Papa les levantó la excomunión. Cuando esto sucedió, desenterraron algo del obispo Williamson, que había opinado malamente hace un año y, como dicen en la Argentina, con mala leche, lo unieron con la excomunión y dijeron que Benedicto XVI la había levantado, aunque estos fueran en contra de los israelíes y no reconocieran la shoá (Holocausto). Estos fueron los hechos. Por eso, yo digo que hay que redimensionar: una cosa es que el obispo Williamson haya dicho una tontería, la dijo, ya, hace un año.
-Al parecer, la dijo muchas veces, ya que en Canadá estuvo a punto de ser procesado en 1989?
-Pero otra cosa es que por eso el Papa les haya levantado la excomunión; es como que lo ligan. Pero el Papa levanta la excomunión porque reconocen puntos básicos que obstaculizaban la comunión católica. Ahora, una persona, cualquiera de nosotros, puede decir una tontería, sí, ¿y ya por eso lo van a excomulgar? En la Iglesia sabemos que existe el pecado y decir una tontería es un pecado, pero no todos los pecados llevan a la excomunión, sino sólo los pecados más graves. Antiguamente, eran las tres aes: apostasía, asesinato y adulterio. Ahora, el Código de Derecho Canónico dice exactamente cuáles son los pecados que llevan a la excomunión, por ejemplo, el aborto consciente, y hay otros, pero son pocos. ¿Decir una tontería es un pecado? Sí, si se hace con conciencia y maldad. Pero no por eso una persona va a ser excomulgada. ¿Y por eso el Papa va a estar de acuerdo? El Papa no está de acuerdo y lo ha dicho muchisimas veces. El Papa ha reconocido la shoá. Otra cosa es que lamentemos esas destrucciones terribles que están haciendo en la Franja de Gaza, y lamentemos también que Hamas esté mandando misiles, asesinando a gente inocente. Es una situación tremenda.
-Volviendo al tema de Williamson, ¿qué pasó en la maquinaria vaticana, una de las mejores del mundo, para que hubiera semejante error? En el comunicado de la Secretaría de Estado, se dice que el Papa ignoraba las posiciones de Williamson sobre el Holocausto?
-Sí.
-Pero entonces hay algo que no funciona en la Curia o en el entorno del Papa?
-Bueno, es que nosotros no tenemos el FBI. [Risas.]
-Pero si uno va a Internet, en Google se encuentra enseguida la información sobre los antecedentes de Williamson?
-Bueno, pero le repito que una persona queda fuera de la Iglesia Católica cuando desconoce esencialmente los puntos básicos de la Iglesia Católica, no porque cometa un pecado. Un adúltero, por ejemplo, no queda fuera de la Iglesia. Un divorciado vuelto a casar no queda fuera de la Iglesia Católica, y así sucesivamente. Son pecados muy especiales, pocos, por los cuales alguien queda fuera de la Iglesia Católica.
-Pero ¿entiende la indignación de la comunidad judía?
-Sí, ¡cómo no! Recuerde que el campo de Auschwitz fue una aniquilación enorme de todos los que no fueran de la raza aria. Estuvieron muchísimos judíos, pero también católicos -ahí está el padre Maximiliano Kolbe-; estuvieron muchos gitanos, muchos latinos. Claro, era una especial animadversión contra los judíos, pero no sólo eso.
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