Del viernes primero al domingo 3 de mayo, se llevó a cabo la Mariápolis mas austral del mundo, la de los confines de la tierra, tal como había soñado Chiara Lubich.
Fué en Río Gallegos, y sucedieron varias cosas allí.
Primero y principal, la construcción colectiva de este tipo de eventos, donde seres humanos de diversos lugares, cada uno con su historia, intentan unirse al clima que nos propone cada Mariápolis, "Padre que todos sean Uno". Esto es algo así como lograr una expresión global, sin perder cada uno su identidad, que sea una suma de diversidades, unidas por el factor común fraterno, en vez de una árida uniformidad.
Habremos sido un centenar de personas, provenientes de puntos diversos: Río Grande, Ushuaia, Río Gallegos, Perito Moreno, Comodoro Rivadavia, General Roca, Neuquén, Bahía Blanca, Mar del Plata, Trelew, Santiago de Chile y Punta Arenas.
El punto de encuentro fué el colegio Salesiano de Río Gallegos, con unas instalaciones, cálidas, prácticas, bellísimas, y muy piolas, aulas, baños, salón de reuniones:¡un lujo! La decoración del salón y el sonido fueron sendas perlas. Esto que podría parecer un detalle de revista de decoración, no lo es, ya que ayuda a resaltar el clima que se propone, ya que son dos días enteros, que uno compartirá dentro de los lugares. Esencialmente, en el salón.
Patricia, Marcela, Cecilia y otros miembros de la comunidad riogalleguense dieron muestras de como recrear el espíritu decorativo que suele destacarse en las Mariápolis bahienses, pero con un interesante, austero e innovador toque local.
La consola de sonidos estuvo permanentemente asistida por otro profesional, quien no dejó nada librado al azar, y montó guardia durante todo el evento.
El escenario estaba listo para narraciones con cinco micrófonos en simultáneo, y también para que tocase una banda de rock, o el mísmisimo Gen Rosso.
Pero no hizo falta, la mariápolis austral había pasado de la potencia al acto, y el universo fluía constantemente.
El centenar de asistentes pudo alojarse sin inconvenientes, y fuímos bien alimentados. Material y espiritualmente hablando.
En la apertura se hizo un pequeño repaso de algunos detalles focolarinos, como fueron los inicios del movimiento, en un momento donde todo se derrumbaba (literalmente), ya que fué durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial (7.12.1943). La necesidad de vivir con un ideal, de encontrar un Dios, pero "uno cercano".
Y así se van hilvanando señales: "No hay amor mas grande que dar la vida por sus amigos". He aquí la esencia: el amor recíproco, perdonar, liberarnos de la crítica, ser puentes para recomenzar. Esto bajo un espíritu de promover la alegría, la armonía y buscar precisamente los mas desamparados para quererlos, para amarlos como a nosotros mismos.
¿Cómo? Poniendo en práctica la regla de oro: "También, así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, háganles de igual manera a ellos".
Luego Giannina, narraría una experiencia que daría cuenta de esto, ella percibía un factor común en un grupo de personas que la invitaban a participar de sus reuniones, que si bien no le interesaba la temática, había algo que la intrigaba: ¿por-qué tenían esa mirada tan luminosa?
Eran los gens de su zona, gente que generaba un clima tan bueno en sus encuentros que lo percibía como demasiado lindo para ser verdadero.
Esto sucedía en Italia, años atrás. Hoy Giannina es una popa, que vive en Argentina.
Luego vendrían trabajos en grupo, mas actividades propias de los diversos gens (jóvenes).
Por la tarde compartimos un video donde se mostraron los últimos días de Chiara, testimonios de los médicos que la atendieron, la sabia decisión de regresar a su casa, y sus últimos encuentros con centenares personas cercanas. Parte de las exequias y de la misa en la Basílica de San Pablo Extramuros.
Incesante paso de muchas personas que le daban su adiós. Mucha congoja, pero al mismo tiempo gran alegría, por el reencuentro que se estaría produciendo en el cielo, momento que las personas justas no temen, porque siguen dando vida, aún después de muertas.
Creo tanto en Italia, como en Argentina, y otras partes del mundo, el carisma de Chiara, fué, es y seguirá siendo universal.
Más aún, en muchos casos, lo captan sin tantas ataduras, orientales, islámicos el mundo ecuménico en general.
Chiara, Foco, Lía Brunet, y muchísimas otras personas, nos han dado muestras de transformar el diálogo y elevarlo al grado de enriquecimiento recíproco.
El sábado compartimos experiencias de varios gens, doblemente valiosas, por recordarnos que hay infinidad de iniciativas, de las cuales participan muchísimos jóvenes.
Luego de un locro inolvidable por la "pesada" tarde, nos dividimos en dos grupos: Economía de Comunión y Familia, para luego seguir trabajando en profundidad en los cuatro grupos conformados el viernes. En el primero de los grupos, notable intervención de Francisco, un joven de Punta Arenas, quien propuso llevar adelante emprendimientos pequeños para ir introduciendo esta mirada de la EdC, y aprovechar la movida de la Economía Social, donde perfectamente podría ser encuadrada la EdC. Obviamente con un recorte, porque la esencia de la EdC, trasciende la cuestión meramente económica, y va hacia el trabajo conjunto, la dimensión colectiva, no solo del trabajo, sino de sus frutos.
Por la tarde/noche, tuvo lugar el mariapolitan, donde la inventiva, nos sorprendió gratamente, y los gens australes, se lucieron en varios campos, y dieron luz al Spa de Mar y Apólis, donde un matrimonio decidiera festejar su aniversario de los 10 años de casados. Música, brujitas (Ufa y Granuja), raps e una curiosa mesa de noticias, donde se registraron eventos insólitos de los diversos mariapolitas.
Por último destaco la hospitalidad santacruceña, del obispo Juan Carlos Romanin que participó activamente durante TODO el evento, la versatilidad y precisión de los cocineros (impecables/exquisitos), los boy scouts que sirvieron la comida, de Juanjo y Tita, que me alojaron y trataron de maravillas. En fin, esta Mariápolis que se hacía a 1200 kmts. de casa, y a la cual jamás pensé asistir, fué un evento que nos da aire fresco, cual viento patagonico. Ese que sopla y derriba fronteras, pero acerca la gente ..
lunes, 4 de mayo de 2009
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3 comentarios:
Hola Quique!
Verdaderamente Río Gallegos fue "un cielo" por esos días. Se vivía mucha alegría, ganas de compartir la vida y recibimos el cariño hecho servicio.
Mario, de Río Gallegos, con toda su paciencia nos llevó, acompañó y esperó que compraramos los pasajes en la terminal DOS VECES en la misma tarde. Un Angel de la guarda de verdad.
Felices de haber podido construir juntos esta primera Mariápolis en los "confines de la tierra" te saludan
Alicia y Javier de Mar del Plata.
Gracias por la reseña. En Córdoba tuvimos nuestra Mariapolis, en las sierras de Córdoba, en la Residencia Franciscana de San Antonio de Arredondo, a orillas del río San Antonio. Estuvieron 450 mariapolitas de todas las edades. Algunas fotos tomadas en durante los tres días.
Saludos desde Córdoba.
Mario Antonio Herrero Machado
Gracias Alicia, Javier y Mario.
A este último por acercarnos imágenes de la Mariápolis mediterránea de Carlos Paz. Fotos que transmiten polenta, en particular una producción intensa en el sector "disfraces diabólicos".
Alicia y Javier, otros mariapolitas de los confines de la tierra, que recorrieron exactamente el doble de kilómetros que nosotros. Vuestro aporte fué el de la frescura y la sinceridad en el grupo. Cuestiones necesarias, como también vuestra amable risa. Saludos pa' los tres.
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