Ayer se realizó en Buenos Aires (en el marco de varios homenajes a diferentes colectividades que componen la sociedad porteña) un acto recordando los 61 años del Estado de Israel.
Lo que era un evento cultural se vio empañado por el ataque totalmente repudiable de algunos energúmenos (mal llamados "manifestantes" ó "piqueteros").
Al ser un ataque contra un acto que tiene relación con la colectividad judía se produce una gran sensibilización después de los atentados ocurridos en los años '90; no obstante si bien fue un ataque netamente antisemita; es parte de una involución de ciertos sectores de la sociedad argentina que gozan de una terrible impunidad.
Basta ver lo sucedido últimamente en muchos casos; como las manifestaciones a favor del campo, donde un grupo de "piqueteros" agredían a personas que solamente manifestaban su disconformidad con el accionar de un gobierno ante un conflicto; lo ocurrido en protestas gremiales en el hipódromo, en el casino de Puerto Madero y muchos otros lugares por dar algunos ejemplos. También podemos citar el bloqueo de los puentes con la hermana República Oriental del Uruguay, negando el constitucional derecho de transitar, entrar y salir libremente del país.
Si bien es cierto que existe un largo conflicto árabe-israelí; que dejó miles de muertos en ambos lados, y que hay infinidad de injusticias; cualquier disconformidad se puede manifestar pacíficamente.
Sería bueno aprender de lo ocurrido la semana pasada en Nazareth (a pesar de la poca difusión y la insistencia de los medios en lo negativo) donde el Papa realizó un acto multitudinario ante miles de creyentes de diferentes credos haciendo un llamamiento a la paz.
lunes, 18 de mayo de 2009
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